Yacanto fue tierra de Comechingones.
Los españoles encomiendan sus indios y toman posesión de las tierras.
Tiempo después, en el siglo XVIII, fue un puesto de la Estancia Jesuitica de San Ignacio de
Calamuchita.
Los descendientes de Antonio Ortiz del Valle, venden la estancia de Yacanto a Anfiloquio Villagra.
La familia Villagra construye un oratorio, y donan a la curia terrenos del mismo y lugar para el cementerio. La capilla se vio rodeada de pulpería, almacenes y habitaciones, por la llegada de los serranos a los oficios religiosos.
En 1939 José Marrero comienza a urbanizar el lugar dando forma a Villa Yacanto.
jueves, 22 de enero de 2015
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Ajá, cuando naces, ya todo es de alguien... Hasta la tierra.
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