lunes, 31 de enero de 2011

Rastreando el origen de Quilino. Provincia de Córdoba


                                                                         Por Analía Signorile

Cuando Jerónimo Luis de Cabrera y su hueste  ponen  sus pies en  el actual territorio cordobés se sorprende  de las dos grandes acequias que surcan  el valle de Quilinon.
Una de ellas conocida como Ibramamapa, abastecía a cinco pueblos aborígenes, que utilizaban el regadío para sus sementeras, uno de ellos era el pueblo de Quilinon donde señoreaba el cacique Anime.
Muy cerca corría la otra que la llamaban los indígenas Chimampa, allí estaban poblados otros diez caciques.
Tan próspero era el lugar que cuando reparte las encomiendas se autodesigna  los indios del valle de Quiino y sus alrededores.
Si usted tiene alguna duda lo invito a que visite Villa Quilino, un microclima privilegiado y el agua cristalina de sus acequias hacen de una región agreste un lugar propicio para el asentamiento humano, ayer y hoy.
Los conquistadores llegaron en invierno, plantaron frutales y vides y poco a poco los fueron despojando de sus tierras, reduciéndolos en un solo pueblo, el de Quilino.
Estos pueblos hablaban el henia, por lo que podemos deducir que eran autóctonos o sea comechingones, pero antes de la llegada del español se habían mestizado con los sanavirones mediante un presunto avance de estos último, los testimonios de nombres de caciques en lengua originaria y de los pueblos en lengua sanavirona estarían avalando por el momento esta hipótesis.
El maltrato del poblero Alonso Gordillo inferido a los indios de Quilino de la encomienda de Pedro Luis Cabrera la cual administraba, termina en un juicio que nos permite conocer pormenores de la vida y los rituales de este pueblo aborigen.
El pueblo de indios de Quilino fue empadronado en varias ocasiones por las autoridades coloniales y fue uno de los pueblos que perduraron en el proceso de desestructuración sostenida que llevaron los españoles, conservando su autoridad étnica  y una estructura comunitaria desdibujada que llegó hasta fines del siglo XIX.
El mestizaje, la discriminación y la aculturación fueron entre otras causas las que motivaron a los habitantes de Quilino y Villa Quilino olvidar su pasado indígena.
Los testimonios orales de antiguos habitantes permiten recorrer huellas de viejas acequias, indicios de aguadas y lagunas desaparecidas. 
El paisaje y el marco natural hacen el resto; vides, tunas, mistoles, frutales y cabritos  dan cuenta de un potencial por demás interesante en su economía regional y como propuesta turística.

Presencia Afroargentina en el museo

El 14 de Enero el museo Estanislao Baños de Santa Rosa, convocó a pintores, historiadores, músicos y otros artistas.
  En el encuentro pudo disfrutarse de la música de Hebe Schneider, apreciarse los cuadros de la artista y de otros pintores invitados como Gloria Medina, Eduardo de la Fuente, Norma de Quiroga y Clotilde.
  La temática de la presencia afro en nuestra identidad fue explicada por la Prof. Analía Signorile, y el colorido de las obras crearon un ambiente interesante.
 También los presentes compartieron las danzas rituales afro que danzó Telma Meireles.
 En el museo quedará el cuadro titulado El obraje de la estancia San Ignacio de Calamuchita, marcando la presencia negra en nuestra región.
                                 Obra de Hebe Schneider.Acrilico 50x70 Museo Estanislao Baños.